Por estos días de estrés y preocupación no se me ocurre nada más útil que tomarme unas pequeñas vacaciones, pero como todo en la vida me veo limitado por el sucio (pero no poco agradable) dinero.
Quiero estar un par de meses en penal cordillera, es un verdadero resort, una forma increíble de botar las tensiones y empezar una vida digna de un violador a los derechos humanos.
Solo tengo que tener una "carrera militar", ser de "apellido" y tener "honores" dignos de la milicia que algún día concibiera el realista de O’higgins.
tengo asco, prefiero vomitar.
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